Millones de personas viven estresadas, lo cual puede acarrearles a largo plazo alteraciones en su salud física, mental y emocional, si no le ponen remedio a esa situación, que ahoga y desgasta poco a poco, pero sin pausa.
Rebatiendo antiguos principios morales que atribuían al sexo todo tipo de dolencias del cuerpo y del alma, hoy la ciencia ha comprobado que, a mayor frecuencia y satisfacción sexual, menor riesgo de enfermedades físicas y mentales, tanto para el hombre como para la mujer.
La sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Su desarrollo pleno depende de la satisfacción de necesidades básicas como el deseo de contacto, intimidad, expresión emocional, placer, ternura y amor. El desarrollo pleno de la sexualidad es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social.
El contacto, el afecto y la comunicación son fundamentales para los seres humanos.
v ¿PODEMOS TERMINAR CON EL ESTRÉS?
De acuerdo a algunos estudios de investigación y la opinión de especialistas, no sólo es posible, sino que además puede resultar muy agradable, porque el sexo “no sólo da placer, sino además salud”.
Mantenerse activo en la cama con su pareja aporta un rápido y placentero empuje de energía, y es una valiosa ayuda natural para manejar y aliviar el estrés.
Las relaciones sexuales no sólo ayudan a afrontar las situaciones que provocan tensión nerviosa, sino que además fomenta que el organismo segregue unas hormonas relajantes y revitalizadoras. El secreto para aprovechar al máximo los beneficios de esta vacuna contra el estrés consiste en disfrutarla de manera consciente, completa y con todos los sentidos.
El acto sexual produce una verdadera revolución hormonal en el organismo.
El orgasmo aumenta los niveles de oxitocina, hormona que revitaliza a la persona temporalmente, y el sexo aumenta el riego sanguíneo y la oxigenación pulmonar, así como la producción de las famosas endorfinas, otras hormonas que mejoran el estado de ánimo, dado que son unas sustancias que segrega nuestro cerebro, aumentan nuestro bienestar y son una fuente natural de salud, vitalidad y regeneración.
Hacer el amor también es un buen relajante e inductor del sueño.
Los niveles hormonales se elevan incluso con las caricias, pero si no se siente deseo, es mejor dejarlo para otro día, para que la sexualidad no se convierta en una exigencia más.
Mantener relaciones sexuales con penetración antes de una actividad estresante ayuda a mantener la calma, según publica la revista New Scientist. Aquellas parejas que habían mantenido con asiduidad relaciones “completas” estaban menos estresadas, y su presión sanguínea volvía a la normalidad más rápidamente que la de aquellos que solo se habían masturbado o practicado sexo sin penetración. Quienes mantuvieron la abstinencia sexual tuvieron una reacción más elevada al estrés, reflejada en su presión sanguínea.
Cuando una persona practica actividades que le dan placer o siente satisfacción ante un estímulo, su organismo segrega estos compuestos hormonales que no sólo elevan las defensas orgánicas ante las enfermedades, degeneración celular e infecciones, sino que además aumentan el bienestar, combaten el estrés y alivian el dolor.
Para muchos sexólogos y terapeutas sexuales, es importante amar “con los cinco sentidos”, ya que la sensualidad es mucho más rica y excitante si se la despierta y percibe no sólo con la vista y el tacto sino con el olfato, el oído y el paladar, haciendo vibrar cada uno de los terminales nerviosos de todo el cuerpo.
Cada sentido cumple una función diferente y capta diferentes estímulos, pero todos pueden aprovecharse para dar y recibir placer. Una cena afrodisíaca, una música sensual, un cubito de hielo sobre la piel, un perfume embriagador, una voz seductora...
v EL ACTO SEXUAL, UN ACTO MUY SALUDABLE
El término de salud sexual, expresado por la Organización Mundial de la Salud, reconoce en la vivencia sexual un factor de bienestar y calidad de vida. Se destaca la importancia de que las personas tengan una experiencia sexual satisfactoria y, por consecuencia, saludable.
Estudios relacionados con este tema comprueban que la actividad sexual actúa en todo el organismo como un estupendo tratamiento para el aparato cardiovascular, para la concentración y la memoria, para fortalecer las defensas, para combatir incluso la celulitis y perder peso.
En Inglaterra se demostró en un estudio realizado a 100 mujeres de entre 40 y 70 años que habían sufrido infarto, que 65% de ellas eran frígidas.
Un amplio estudio británico de más de 10 años de duración ha comprobado que las personas que tienen varios orgasmos a la semana tienen un menor riesgo de morir en los años siguientes que aquéllas que lo experimentan menos. Las personas que tenían actividad sexual tres o más veces por semana veían reducido a la mitad su riesgo de morir por enfermedad coronaria en esa década.
Resulta entonces que el sexo hace bien a la salud:
- Protección frente al cáncer
Según un artículo publicado en el British Journal of Urology, los hombres jóvenes pueden reducir su riesgo futuro de desarrollar cáncer de próstata simplemente eyaculando más de cinco veces por semana. Las mujeres que nunca han tenido un hijo, el número de orgasmos está inversamente relacionado con el riesgo de cáncer de mama (a mayor orgasmos menos riesgos).
- Para el corazón
Los efectos de tener buen sexo también son fantásticos, y lo confirman varias investigaciones. Las hormonas liberadas durante el acto sexual también tienen otras virtudes, como combatir el estrés ya que el orgasmo es el principal relajante muscular natural.
- En el cerebro
Los placeres del sexo son capaces de mejorar la memoria. Durante el orgasmo, ocurre una pequeña fuga de conciencia, que puede durar cerca de 20 segundos. Este es un tiempo sumamente valioso para que la función cerebral descanse y recargue su memoria.
- Mejora la fobia social
El orgasmo propicia la relajación y estados mentales de mayor claridad y desinhibición. Una vida sexual satisfactoria estimula las sensaciones de bienestar y la autoestima.
- Efecto antidepresivo
Una vida sexual satisfactoria guarda una relación inversamente proporcional a la depresión.
Las estadísticas no mienten: los casados o con pareja estable viven proporcionalmente más años y tienen menor riesgo de depresión que los que lo hacen solos. Los expertos atribuyen parte de estos beneficios a que los primeros mantienen relaciones sexuales más frecuentemente. Según diversos estudios, el contacto “piel contra piel” reduce el estrés y la ansiedad, y atenúa los sentimientos de soledad y abandono. Varias investigaciones con parejas que reiniciaron las relaciones sexuales cuando él empezó a tomar fármacos para la disfunción eréctil comprobaron que, a la par que orgasmos compartidos, ambos miembros recuperaron sentimientos de afecto que creían perdidos.
- Fortalece las defensas
'Las personas que tienen relaciones sexuales una o dos veces por semana tienen unos niveles más altos (un 30% más) de inmunoglobulina A un anticuerpo que ayuda a combatir las infecciones que las personas que no tienen contactos sexuales', concluye un estudio norteamericano realizado con decenas de jóvenes.
- Efecto estético
También está comprobado que el orgasmo evita el envejecimiento. Las glándulas sudoríparas secretan más agua y aceites, lo que ayuda a hidratar y proteger la piel. Además, reafirma los glúteos, el vientre, los músculos pélvicos.
- Adelgaza
Es sabido además que el sexo ayuda a bajar de peso. En promedio, en una relación se queman entre 150 y 190 calorías. Lo equivalente a caminar 25 minutos en ritmo normal.
- Para las mujeres existen ventajas adicionales
Al mejorar la circulación sanguínea, la actividad sexual combate la celulitis. Además mantiene los tejidos genitales femeninos lubricados por lo tanto previene la atrofia vaginal y la dispareumia (dolor en el coito) en mujeres menopáusicas.
- Terapia de rejuvenecimiento
Los expertos en envejecimiento han comprobado que, además de ayudar a controlar el peso y aliviar los dolores, la actividad sexual frecuente redunda en un aspecto más joven. El orgasmo estimula la producción de hormonas que favorecen a un aspecto más joven, con más pelo, menos arrugas y mejora el tono vital. Además, durante el orgasmo, bombeamos oxígeno a todos los tejidos, lo que mejora la circulación y el flujo de nutrientes a la piel.
v RESUMIENDO
Las bondades del sexo, están comprobadas en base a investigaciones comprobadas.
Si lo practica regularmente, no es perjudicial para su salud.
- Reduce el riesgo de enfermedades coronarias (ataques cardiacos) y cáncer.
- Reducen la presión sanguínea y los niveles de colesterol malo.
- Alivia el dolor y el estrés. Mejora la fobia social y la depresión.
- Rejuvenece. Ayuda a mantener un aspecto juvenil durante más años.
- Potencia las defensas.
v OJO CON LA INFIDELIDAD Y LA PROMISCUIDAD
Se ha comprobado que el sexo con una pareja diferente a la 'oficial' aumenta el riesgo cardiaco, posiblemente por el estrés y la ansiedad que conlleva.
En la promiscuidad la relación entre el acto sexual y cáncer se invierte: cuantas más parejas sexuales se tienen, mayor es el riesgo de desarrollar cánceres (de cuello de útero, anales y de pene) relacionados, directamente, con enfermedades de transmisión sexual.
v EL SEXO NO RESUELVE TODO
No hay que pensar que, por arte de magia, la actividad sexual resuelve todo.
No es así. El trabajo amoroso, la seducción constante, la compañía, la honestidad y la confianza son ingredientes esenciales para que brinde su aporte a la salud de todos.
“La vida sexual debe acompañarnos siempre, y desde la especialidad médica de Sexología se cuenta con tratamientos específicos para cualquier trastorno en su funcionamiento”